Te ofreceré mis besos de azul color,
te ofreceré mis sueños más bellos,
te ofreceré mis días de rojo pasión
para que sientas la ternura que da la vida
y goces de cálidas perspectivas
que sólo nos brinda la fuerza del amor.
Sueño con días de dulces espejismos
que inviten, indiferentes, a sumergirnos
en el piélago de amores persistentes,
donde nuestros cuerpos se mezclen,
sus aromas despierten los sentidos
y nuestras almas pierdan la razón.
¡Ciertas noches se ciegan mis ojos
si no se humedecen mis manos secas!
¡Ciertas noches se acrecientan mis penas
si tu cuerpo y el mío no se encuentran!
¡Ciertas noches, de tristeza, amor mío…
las pasiones en un hálito se disgregan!
¡Ciertas noches suena un susurro
de lánguidas melodías de ausencia!,
que apenadas sirenas de fina aureola
torpemente tararean, porque falta
en nuestra cama el amor de la mujer
de apacible y sensual ofrenda.
¡Ciertas noches vuelan los sentimientos
exhaustos y perdidos en el tiempo!
Llévame a todas partes, amor,
y a todas partes conduce mis dedos;
así como tú eres mi cielo, quiero
yo, ¡amor mío!, ser tu único deseo.
Sin duda alguna Constantino!!!... profundamente apasionado.
ResponderEliminarFeliz domingo y muchas gracias por tus visitas y comentarios.
Abrazos, Pilar
Gracias, Pilar, Por tus palabras afectuosas. Feliz semana.
EliminarMuchas gracias, Lucía. A veces no se escribe con la cabeza, se hace con el corazón y esto es lo que ha salido del mio .
ResponderEliminarAh, Lucía, me olvidaba de agradecerte que te hayas asomado a mi blog.
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