V
Al fin alcanzaron el horizonte
esperanzador de su desventura,
y sentados en el otero donde
observan la valla de la apostura.
Sueñan que pasándola tantos males
acaban, y retorna la esperanza,
y que tras ella pudiera esperarles
un mundo más humano, de bonanza.
Sueñan que tras la valla aquel infierno
en libertad y respeto se torna,
la tierra prometida del averno
es lejana y el ánimo les transforma.
Sueñan en un mundo donde cada uno
escriba, sin sangre, su propia historia,
y los campos no estén llenos de brunos
cuerpos mutilados y sangres propias.
Un grito seco la calma quebranta,
-¡Police!-, corren y no saben dónde.
Sus huellas en la tierra les delatan,
cientos de negros inopes se esconden.
* * *
Tu tierna sensibilidad Constantino aflora en cada renglón escrito, un tema que sangra constantemente como una herida abierta que jamás cicatriza.
ResponderEliminarOs deseo a toda la familia que podais disfrutar de unas entrañables Navidades
y un Próspero Año Nuevo 2014.
Supongo que os veré el próximo domingo en el Recital de Poesía.
Un cariñoso abrazo, Pilar