II
Jóvenes esclavos de la pobreza,
sueñan con alcanzar la vida europea,
donde la sequía no causa maleza,
donde la muerte, de hambre, no se recrea.
Comentan que es tierra de libertades,
donde no hay yugos que les encadenen,
donde un futuro quieren regalarles,
donde por su color no les condenen.
Cuentan que tiene unas tierras frondosas
que brota el pasto de oportunidades,
que libres se posan las mariposas
sobre inmensos campos de libertades.
Donde hombres y mujeres son iguales,
donde hay un mundo mucho más humano…
¡Que sobre sus espaldas echen chales
y les permita Dios llegar a ancianos!
Donde los niños no beban, de los ríos,
agua sucia y sangre de cuerpos muertos.
Donde sus almas no teman a los fríos
que los fusiles hielan a inexpertos.
* * *
Escalofriante realidad que nadie como tú sabe plasmar. Abrazos Pilar
ResponderEliminarMuchas gracias, Pilar. Tú siempre tan amable.
EliminarUn abrazo.