UN MUNDO DE NOCHE
Me ahogan los oscuros de las noches
y ese brutal sonido de los coches
que entreabren y desvelan mis ojos
y me abrasa ese aire denso a manojos.
Yo soy tierra estéril y agua entre abrojos,
vivo en un pozo hondo por tus enojos,
por un sollozo amarrado a unas alas
que no vuelan de exabruptos que exhalas.
Debió ser madrugada sin reproches,
se convirtió en albor entre cerrojos.
Amo y muero por tus mejores galas.
Constantino Yáñez Villaescusa. Agosto 2018
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